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30 junio 2020

LICURGOS.

  Espartanos o atenienses.  Licurgo o Solón. Parece que nos inclinamos por el primero.  En un contexto en el que la comprensión de lo leído ya no es patrimonio general (en el mismo proceso que afectó al Latín clásico durante la denominada Alta Edad Media), lo fácil es estimado como superior a lo óptimo. Para qué comprender si basta con creer…………….Y, así, los licurgos de hoy meditan normas y rangos morales, con la emoción como forma de comprender, en un abandono de aquella Razón tan cara a los ilustrados.  Y así estamos.  Sin comprensión lectora, sin raciocinio y con una sucesión imparable de moralinas y trampantojos ideológicos, que van sustentando esta realidad de lo que empieza ya ser el orbe posdemocrático

26 junio 2020

MUTATIS MUTANDIS.


Neolenguaje y obediencia.  He ahí la realidad. El Gran Hermano crea las palabras y designa cada cosa, mientras un enjambre de súbditos sumisos ejecuta sus designios. Había una vez un ratón que nunca supo que era un ratón…”;  así empezaba, mediante voz en off,  una serie televisiva de los años setenta,  dirigida y protagonizada por Adolfo Marsillach, haciendo referencia metafórica a la ignorancia de muchos seres humanos sobre su propia naturaleza..  Ignaros, en general, de nuestra propia condición, amparamos una peligrosa deriva de nuestras sociedades sin ser conscientes de ello.  El nuevo lenguaje y la asunción de la ortodoxia (de esta de hoy, como hubiéramos, a lo mejor, asumido las de otros tiempos, si nos hubiera tocado). Mutatis mutandis.. Y es así como los sueños suelen devenir pesadillas.

20 junio 2020

MORALINA.


El diccionario delimita el vocablo “moralina”, definiéndolo como “moralidad inoportuna, superficial o falsa”.  Se podría añadir que abunda en los melodramas, como componente notable del sentir popular.  En la actualidad, lo anega todo: medios de comunicación, redes sociales, aulas y hasta pláticas privadas.  Detrás de toda moralina hay siempre un atisbo de superioridad moral, que es la más vil supremacía, a mi juicio, entre las que se pueden profesar.  Va encarnándose, además, dado el contexto de lo políticamente correcto y del imaginario “progre”, en sucesivos trampantojos ideológicos cuyo único objetivo es separar el grano de la paja, esto es, identificar a los herejes premiando la ortodoxia.  El resultado es la homogeneidad de moral y de pensamiento; y, con ello, la destrucción de la libertad.

16 junio 2020

SOFISTAS.

“El gran sofisma que Platón nos ha denunciado en el Protágoras es el siguiente: el de quienes estiman que es lícito apoyarse en la evidencia axiomática de que el hombre sólo es hombre por la educación, para justificar la profesión del sofista como "científico de la educación", como maestro de humanidad y de sus virtudes más genuinas (la libertad, la formación, la creatividad, la personalidad, la realización de la propia mismidad)».Bueno asegura que los sofistas se reproducirán siempre, porque la multitud y los Gobiernos necesitan estos científicos de la personalidad, estos maestros de la virtud. En la Edad Media, la función de los sofistas ha sido desempeñada por el clero, por los curas de almas encargados de edificar a los individuos, de elevarles desde su estado natural (de pecado e indefensión) hasta su estado sobrenatural.(……). Lo que hace siglos fueron los sacerdotes son, pues, hoy, los pedagogos científicos y, por motivos similares, los psicoanalistas y tantos psicólogos. Son las llamadas ciencias de la educación indudablemente la versión que en nuestro siglo encarna mejor a la sofística que Sócrates ataca en el Protágoras.”

GUSTAVO BUENO, 1981.

Esto aseveraba Bueno hace casi cuarenta años.  Nada que añadir, salvo el objetivo cada vez más adoctrinador de los nuevos sofistas, ligados al Poder, a lo políticamente correcto, a la nueva censura y a….(que cada cual complete a su gusto).


11 junio 2020

¿ INTELIGENCIA?


La “inteligencia artificial”, tan ventajosa y conveniente en los asuntos que le conciernen, puede simular lo humano en ciertos aspectos, pero aún está muy lejos en otros, que son los que definen lo más propio de nuestra especie.  Podemos dialogar, verbigracia, con un dispositivo, que identifica incluso nuestras preguntas y respuestas.  Se trata de pláticas restringidas a ciertos aspectos concretos y que entran en bucle si forzamos la interacción.  En relación con ello, tiene uno la impresión de que hay cada vez más humanos que se asemejan a esos mecanismos básicos de inteligencia artificial: identifican preguntas, responden e, incluso, resuelven problemas más o menos complejos; pero dan la impresión de que, más allá, no hay nada, de que se comportan  como cautivos de un rol preestablecido; no olvidemos que, el término, “Robot”, debido al escritor Karel Capec, viene a significar algo así como “esclavo”. Así pues, el “Golem” medieval, que es otro avatar de lo que aquí tratamos, no es de piedra ni de metal, sino más bien, en muchos casos, de carne y hueso.  En definitiva, que los esclavos antropomorfos están ya en el hoy y se van colando entre la población, al tiempo que crecen en número exponencial como las salamandras de Kapec, ya citado más arriba.  También esto da miedo.

07 junio 2020

BANALIDAD DEL MAL.


La trivialidad del Mal se relaciona no sólo con los grandes genocidios , sino también con los pequeños crímenes.  En el cine contemporáneo, se exterioriza una cierta fascinación ante el asesino en serie, ese psicópata inteligente y maniaco, tantas veces reflejado en series y películas de Hollywood. Antonio Muñoz Molina, en su novela “Plenilunio”, presenta a un criminal banal, cotidiano y sin grandes rasgos sugestivos.  Lo encuentro más cerca de la realidad.  Ojo, pues, en estos tiempos de confucionismo redivivo (obediencia a los mayores y a la autoridad), pues comenzamos a acatar los reglamentos no escritos de la tribu, del  grupo, o de la ideología diseminada por la Web.  Y es que todos, creo, podemos convertirnos en asesinos; dicen que es cuestión de empezar.  Unido ello al confucionismo digital, podría darse la síntesis entre la banalidad del genocida (Arendt) y la de quienes matan a más pequeña escala.

02 junio 2020

NOMOCRACIA.


Según Voltaire, se obedece a las leyes y no a las personas. Es la nomocracia que sucedió al absolutismo; junto a la división de poderes, supone una garantía de  libertad y funcionamiento democrático, por encima incluso del sufragio, que es el primer elemento en que pensamos cuando nos preguntan por nuestro sistema de libertades.   Obedecer a las leyes, y no al monarca, también sujeto a ellas, fue revolucionario en los tiempos en que se trataba de desmantelar el Antiguo Régimen.  Sin embargo, parece que, en los días actuales, regresa un cierto tufillo absolutista; el sectarismo ideológico conduce a un subjetivismo que niega la legitimidad de la ley cuando no ampara los delirios de los aspirantes a tiranos.  En ello estamos.