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24 noviembre 2017

INSANIA

La insania parece instalarse en nuestra sociedad por medio  de preferencias, aparentemente mayoritarias, en relación con la ecología, el animalismo o cualquier pulsión ideológica emanada, sobre todo, de lo emocional.   O igual siempre fue así y se trata de una mera percepción de quien suscribe, porque, al fin y al cabo, siempre hubo predicadores dispuestos a conducir a la masa hacia destinos ajenos a los intereses de cada individuo que la componen. Así, Savonarola, en la Italia del siglo XV. Y muchos más predicadores religiosos o laicos, desde entonces, y antes, hasta ahora.  La cuestión es siempre desasir a los individuos de sus propios intereses cotidianos, del día a día y sus cuitas, para sumirlos en  la preocupación por asuntos más elevados, asuntos de siglos, a los que se refirió Himmler para indicar cuáles eran los intereses de sus correligionarios.  Se trata, al fin y al cabo, de que los individuos vayan renunciando a ser tales,  desistiendo poco a poco a su libertad, y a su  lógica cotidiana, para sumergirse en el todo de los grupos: la tribu, la nación, la comunidad de creyentes o el colectivo integrante de cualquier vasto movimiento que conoce lo que es bueno para el futuro de todos.  Y siempre acaba habiendo una solución final o una fantasía sobre la misma.  Peligro, peligro y peligro.  Atentos.

17 noviembre 2017

CORPORATIVISMO Y NACIÓN.

El corporativismo se define como un procedimiento económico y político  en  el que el poder de decisión se encuentra en a las organizaciones y no en las personas. Aunque se suele concretar su origen en relación con el fascismo italiano, es un componente ideológico del pensamiento autoritario  y/o totalitario que emergió en el período de entreguerras frente al bolchevismo, oponiendo a la lucha de clases la colaboración entre las mismas bajo la impronta  del Estado.  No obstante, el concepto se puede ampliar a todos aquellos movimientos que anteponen el grupo, la clase o el partido a los individuos.  Según ello, el corporativismo es una noción muy extendida que forma parte, en mayor o menor medida, de ideologías y tendencias diversas.  Pero, sobre todo, se relaciona con el nacionalismo.  La Nación está por encima de las clases y las obliga a colaborar a través del Estado.  Se parte de la existencia de una entidad inmutable y superior a los individuos que la componen.  Por ello, todo nacionalismo deviene totalitario, aunque no se debe confundir el nacionalismo (que, en última instancia, considera la Nación propia superior a cualquier otra) con el patriotismo (sentimiento de pertenencia a nuestra Nación).

11 noviembre 2017

SOBRE NEOLENGUAS.

Idear un idioma puede ser una faena ardua, pero no especialmente loable.  Lo digo porque, en ocasiones, y en estos tiempos presentes, los idiomas no son siempre el resultado de una evolución protagonizada por los hablantes y normalizada después por la Academia correspondiente, sino un invento o una reconstrucción, que puede tener mérito filológico, pero no por ello deja de ser absurdo.  ¿Qué suele haber detrás? Muy simple: ideología, intereses corporativos, delirios de tipo nacionalista.....Puede ocurrir que, tras el invento, y en una determinada comunidad, la minoría defensora de esa neolengua tenga ciertos privilegios y se vaya asentando en la administración y la enseñanza bajo la necesidad de la conservación cultural.  Y, con el tiempo, en esa misma comunidad, en la que no se habla la lengua inventada ni está presente en la preocupaciones de los individuos, puede plantearse su cooficialidad como si fuera algo lógico y juicioso.  Incluso puede acontecer que una parte de los afectados no lo vea con malos ojos.  Es el paso previo a la imposición y al sectarismo, a lo que se llega poco a poco, sin que sus víctimas lo noten, como la rana vertida en agua fría para ser cocida sin sobresaltos.  Todo invento racial, cultural o lingüístico es a la postre el resultado de una visión totalitaria y corporativa de la sociedad.  Atentos pues.