Vistas de página en total

31 octubre 2020

DE CLAQUÉ.

 

Cada vez más, procedemos como el público de claqué en los viejos programas generalistas de la TV.  Aplaudimos o pateamos cuando nos muestran el cartel, a través de los medios creadores de opinión, y, asimismo, lloramos, reímos o nos enfadamos cuando nos lo dicen y en relación con las cuestiones que nos dicen.  Toda la sociedad parece devenir público de claqué, al tiempo que aquello que se denominaba opinión pública se va por el sumidero de la nueva realidad.  No es que sea nada nuevo, pues ha ocurrido, de manera localizada, otras veces (la Rusia del bolchevismo o la Alemania hitleriana son los dos ejemplos más conocidos, pero hay otros muchos), pero ahora parece que el proceso se muestra más universal y perdurable. ¿A dónde nos conduce?  Sin duda, a donde conducen siempre estas cosas.  Totalitarismo es lo que viene, tal vez recubierto con otros ropajes para confundirnos, pero totalitarismo al fin y al cabo.

26 octubre 2020

LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD.

 

“La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto”

 George Bernard Shaw.

Es breve el dictamen del dramaturgo británico, pero contiene mucha veracidad.  Parece elemental, pero no tanto.  Tal vez esa sea la clave de todos los “vivan las caenas” habidos y por haber.  Que los hubo antes de Fernando VII, los hubo después y, eso es lo peor, los sigue habiendo.  Para comprobarlo basta con aplicar el viejo mutatis mutandis: igual ya no gritamos lo de las cadenas, pero asumimos y ejecutamos otros procedimientos, más adecuados al orbe actual.  Al final, muchos parecen no apetecer la libertad, o temerla, en aras de la seguridad, entendida esta como se entienda en cada caso (seguridad policial o seguridad económica, según la raigambre y la ideología de cada cual), pero anhelando la cárcel de oro como las ranas que pedían un rey.  Puede ser una explicación de la facilidad con que se extiende, en la actualidad, esa mancha sospechosa que anuncia el totalitarismo, sin que parezcamos darnos cuenta.  O sí nos damos. Igual no queremos libertad porque tampoco ansiamos la responsabilidad. El viejo Shaw daba, pues, en el clavo.

21 octubre 2020

¿MUNDO AL REVÉS?

 

“En una época de engaño universal decir la verdad es un acto revolucionario”.

George Orwell

La frase tiene su intríngulis actual. Pero, ¿quién resuelve expresar la verdad en tiempos de muerte civil del discordante?  La posverdad, aliada a lo políticamente correcto, se impone, en una suerte de imitación de la cultura del simulacro (Braudillard dixit). Ya no importa la realidad de cada día, sino el dogma establecido y divulgado.  Se van quedando los discrepantes en la marginalidad de algunas redes sociales, reducidas al frikismo o al universo de lo denigrado. Aquello de una mentira repetida mil veces (Goebbels), nos resulta ahora pueril y desfasado; sabemos que, en nuestros días, alcanzaría con repetir la trola un par de veces a través de los conductos apropiados para que se convierta en posverdad ortodoxa, sin necesidad de concilio previo a la manera eclesiástica.  Y el mundo al revés se impone sin remisión.  Los malos parecen estar ganando de calle, o tal vez siempre hayan salido victoriosos: los gnósticos creyeron que el rey del mundo era el mismo diablo.  Igual eso lo explica todo, aunque nos resistamos los ateos.

15 octubre 2020

INGENIERÍAS SOCIALES.

 Los enemigos de la libertad suelen plantear, como subterfugio de sus delirios, cambios o mutaciones, parciales o totales, que habrán de mejorar nuestras vidas; el “hombre nuevo” es un clásico de todo ello.  Cavilando sobre la cuestión, evoco a Heráclito y Parménides, los dos filósofos presocráticos que acotan las visiones clásicas en relación con la posibilidad de cambio. Así, si tomando al primero como punto de partida, meditamos que todo fluye y cambia de manera constante, sin que podamos bañarnos dos veces en el mismo río, el cambio es entonces independiente de nuestra voluntad y se da al margen de nuestros designios.  Si, por el contrario, partimos de Parménides y de la inmutabilidad del Ser, el cambio es imposibilidad y pura apariencia.  ¿Consecuencia?  Huyamos de los maestros de la ingeniería social como de la peste, pues sus propuestas no son sino futuras pesadillas si llegan a concretarse.  Ya sé que parece absurdo y simplista el planteamiento que hago.  Pero no lo es más que las distopías que anuncian los heraldos de la opresión.  Y, ¡ojo!, que algunas están en camino de hacerse reales

10 octubre 2020

IDENTITARISMO.

 Identitarismo.  Ese peligro.  En principio, no reconozco otra identidad que la individual, y con objeciones.  Siguiendo a Robert Ardrey, etólogo británico ya casi olvidado, dicha identidad nos separaría de nuestra parte zoológica, a la que nos aproximaríamos si prevaleciera nuestra porción colectiva.  Por eso los hostiles a la libertad, erre que erre, bogan siempre en favor de las identidades colectivas, sean la religión, la clase social, la cultura o el género, por citar las más manidas. Sería  lógico que denigrásemos a quien nos propone una identidad, más o menos pura, que incluya algo que vaya más allá de nuestro nombre y filiación.  Al menos, si no lo denostáramos, que huyéramos sin mirar atrás, pues podríamos estar ante un aprendiz de autócrata, sino ante uno ya consumado.  Teocracia y teocentrismo; sustituyamos “teo” por lo que se nos ocurra (el mundo actual está lleno de posibles prefijos para ello) y obtendremos una posible amenaza para nuestra libertad.  Así de simple. NO al identitarismo.  Del signo que sea

04 octubre 2020

EMIC/ETIC.

 

“Los fascistas del futuro, se llamarán a sí mismos antifascistas.”

WINSTON CHURCHILL.

  Como a Churchill se le imputan muchas frases, no estoy seguro de si ésta es ciertamente suya, pero la asumo.  En relación con ello, me viene a la cabeza la distinción de Pike entre “emic” y “etic”.  Desde la primera perspectiva, los antifascistas de hoy son eso mismo que dicen ser; pero, desde el segundo punto de vista, y en un análisis ecuánime, son su reverso.  Si Sir Winston no acuñó la oración, es digno de la misma.  Sólo hay que sumergirse un poco, en la actualidad, bajo la superficie del relato dominante para ir entreviendo donde anida el verdadero PODER y cuáles son sus objetivos; y, a más a más, qué técnicas y estrategias maneja para desvencijar nuestra libertad.  Adquirirá, entonces, la frase arriba transcrita todo su significado.  En la España de ahora mismo, sobre todo y por ejemplo.