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27 abril 2018

ELLOS


Los adalides del desafuero no reposan. No se les ve, pero se percibe su presencia a través de los más disparatados, aunque socialmente aceptados, argumentarios.  En sociedades menos refinadas, saldrían a la luz tan panchos, como si nada.  Tal vez sea esta la única ventaja de la corrección política que nos anega,  librarnos, por pura hipocresía, de  la contemplación de sus rostros, de la  exhibición pública y rotunda de su idiosincrasia carente de límites.  No sé cuántos, o cuántas, son, ni que aspecto muestran.  Son, en todo caso, la otra cara de la moneda, de esta moneda que nos circunda y nos cobija, hecha de cartón piedra, de escenografías, de posverdades  y postureos.  Es posible que constituyan la verdad; al menos, esa verdad  arcana que algunos indagan tras la apariencia de los hechos.  No sé.  Parece que son bastantes en número como para hacernos dudar.  Pero escribo al final del día, con el cansancio acumulado  y la sintaxis difusa.  Puede ser que mañana, tras el alivio, estas cavilaciones se me antojen puro desatino.

21 abril 2018

A PROPÓSITO DEL LARGO INVIERNO.


Hasta hace pocos días, parecía que el invierno no se marcharía nunca este año; colmaba sus límites cronológicos, como si pretendiera permanecer para siempre,  y la primavera no se atisbaba ni aquí, en el norte, donde es acaecer  más acostumbrado, ni en el sur.  "Año de nieves, año de bienes",  reza la clásica conseja.  Pero, claro, el dicho procede de períodos de sociedad agraria dependiente de las cosechas y del cielo.  ¿ Y ahora?  Se llenan los embalses y habrá efectos positivos pero nuestro orbe es más complejo; no todo pende de la meteorología, sino que hay más vicisitudes, más niveles, más recovecos.  Ocurre, sobre todo, que, en este presente, cuenta más el relato que los hechos mismos.  O tal vez fue así siempre y lo que denominamos, hogaño, fake news, posverdad y similares, hayan formado también parte, antaño, de los discursos ad hoc.  Cada día es más espinoso perfilar los contornos de eso que nombramos realidad.

14 abril 2018

MAGMA INQUIETANTE.


"Cree a aquellos que buscan la verdad; duda de los que la han encontrado".    André Gide.


Nadie busca lo que ya posee; sería insania.  Tal vez por esa razón,  son pocos los que indagan la verdad en nuestros tiempos; sí hay muchos que, por el contrario, están convencidos de conocerla.  Ello supone un problema:  saber dónde está el Bien nos hace propensos a eso que se denomina totalitarismo.    A causa de ello, en nuestras sociedades democráticas, y por debajo de las apariencias,  dibujadas con los trazos de la hipocresía y de lo políticamente correcto, emerge un magma de imposición y de barbarie; ese magma acabará por fundir la corteza de nuestros principios aparentes si no lo remediamos a través de un pensamiento sensato que soslaye la bazofia ideológica,  que es la punta del iceberg del aludido magma.

12 abril 2018

ARTIFICIO.


Transitando un Centro Comercial, ubicado en el  área metropolitana de Madrid, cavilé acerca de cómo estos templos de nuestra época, Saramago dixit, nos atraen en nuestro gregarismo de hombres masa dentro de la ciudad difusa.  Hoy, más que nunca, lo urbano parece ser una mentalidad más que un tipo de poblamiento humano; se difunde por el espacio impreciso a través de urbanizaciones, ciudades dormitorio, polígonos industriales y centros comerciales.  Se trata de un territorio inconexo e impreciso, que sustituye a la antigua centralidad, circunscrita a un distrito, por otra distinta, polinuclear y carente de jerarquía aparente.  Al final, uno concluye que huimos siempre de la naturaleza y buscamos el abrigo de la cueva, del interior de la muralla o de los actuales espacios de consumo.  Naturaleza sí, pero en su sitio.  Escribió Baltasar Gracián: "Donde no hay artificio, todo lo pervierte Naturaleza".  En eso estamos, milenarismos ambientalistas al margen.

10 abril 2018

ESTÚPIDOS&MALVADOS.



"Nos mataron a palos los sarracenos, que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos"
  
Se me ha colado en el recuerdo, de repente, esa sentencia simple, sabia e irónica.  Y pienso que, tal vez siempre y en todo lugar, los malos sean superiores en fuerzas y en número.  Desconozco cómo encajaría esto en el modelo de Cipolla sobre los estúpidos, en el que se hace referencia también a los malvados.  Presiento, en todo caso, que estos últimos, con el apoyo de los primeros, se acaban imponiendo casi siempre.  Al final, los buenos y/o inteligentes están siempre en minoría.  En relación con ello, falta una Historia de la alianza entre maldad y estupidez, con sus ejemplos concretos detallados en lo espacial, fenoménico y cronológico.  Aunque presiento que sería tarea ardua y casi imposible, por lo prolijo y extenso de los datos.