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24 noviembre 2018

SORPRESA.


Sorprende que el embate frente a la autonomía del Poder Judicial pase por los medios como un asunto más, como una cuestión banal y cotidiana en el devenir de lo político.  En la Italia y en la Alemania de los años treinta del siglo XX (no digamos en la URSS),  se comenzó por ahí, por la destrucción de las instituciones; son estas el parapeto que mantiene a raya a totalitarios y liberticidas, siempre dispuestos, como los monjes del Cirilo patriarca de Alejandría allá por el siglo V, a terminar con el pluralismo o la desviación del dogma, esto es, con la herejía.  Tal vez porque, en los medios de comunicación más extendidos, predomina una cierta índole de Izquierda indefinida y, en el fondo, se piensa que esas instituciones, sobre todo el Poder Judicial, son un freno para la denominada voluntad popular, de la que algunos se consideran representantes y exégetas.  Por todo ello, algo tan grave y aterrador, que debiera ser motivo de de alarma y escándalo, se queda en suceso propio del lógico debate político.  El problema de la Izquierda, sobre todo de la Izquierda "cool",  es su sentido de la moralidad, entendida como realidad unívoca de la que los izquierdistas ( como los monjes de Cirilo) son propietarios.  En ese contexto, el ataque a las instituciones sólo es nocivo cuando se hace desde el otro lado, del equivocado, en el que habita la mitad del país, o del orbe, que, errada o malsana, no comulga con los axiomas emanados del "Mester de Progresía".

17 noviembre 2018

MIEDO AL FUTURO.


El devenir de lo presente asusta cada vez más en el plano de lo político.  Nada de lo que ocurre resulta insustancial o rutinario, sino que, por el contrario, se asemeja a una suerte de involución que recuerda, mutatis mutandis,  a lo acaecido durante los años 30 del siglo XX; todo parece conducir, y ojalá me equivoque, a contextos más aterradores incluso que aquellos, que conocemos hoy por los libros y las imágenes.  El MAL de hoy no se parece al de entonces, y dispone de medios más sutiles y potentes para el control, además de contar, como receptora, a una masa creciente sumida en lo que podríamos denominar analfabetismo funcional y político; el crecimiento e índole de esa masa se ha trabajado a pulso a través de las reformas de los planes de educación.  Así, da la impresión de estar todo a punto para un período negro de opresión y maldad calculada: no es solo la ignorancia, es también el desprecio por la libertad ("para qué", siguiendo a Vladimir Ilich) y el apego al sectarismo, ese subproducto del empobrecimiento del lenguaje, reflejo del pensamiento.  De este modo, da miedo vislumbrar el futuro desde la perspectiva de la libertad.

09 noviembre 2018

HIPOTECAS Y DEMAGOGIA.


No suelo descender, en este sitio, a cuestiones concretas del día a día.  Pero, en esta ocasión,  no puedo evitar referirme al caso de las hipotecas y del famoso impuesto de "Actos jurídico documentados".  Más que nada porque el asunto surge en un contexto nacional  de tendencia hacia el totalitarismo (como la rana vertida en agua fría para ser hervida)  que casi nadie parece advertir, tal vez por aquello de la mayoría silenciosa de la que se habló en otros tiempos, ahora más silenciosa que nunca.  Todos, y quiero decir muchos, por ser opinión de vulgo, parecen considerar a la Banca como única culpable y pagana obligatoria de esta cuenta acumulada.  Dejando de lado esa propensión de todo liberticida a denostar al sistema bancario ( la nacionalización de la Banca fue uno de los puntos de la revolución pendiente de los falangistas, y el falangismo, o parte del m ismo, sigue vivo en un sector de la Izquierda), nadie, al menos de manera pública, parece plantearse la cuestión central de todo esto; no es otra que el porqué del impuesto, inexistente en muchos países y bastante más reducido ( unas diez veces menor) en otros de esos Estados que se dicen de nuestro entorno.   Que lo indague quien quiera hacerlo, poco cuesta en estos tiempos de Internet,  pues lleva el impuesto décadas con nosotros sin que ningún partido político, de ningún signo, haya dicho nada al respecto,  ni sobre el gravamen en si mismo ni sobre quién debiera ser el pagano.  O sea, que lo de ahora es demagogia desde arriba y falta de sentido crítico desde abajo; el caso es no profundizar en el asunto, pues la existencia de este "diezmo" abusivo puede llevarnos, si reflexionamos, a conclusiones poco ortodoxas.  En todo caso, la demagogia populista es siempre la antesala de la falta de libertad. Y de eso tratamos en este sitio.

02 noviembre 2018

PLURALISMO.


En algún recoveco de sus escritos, asevera Proudhon:  "la propiedad ha muerto; yo la he matado".  Confundía el pensador y activista ( que diríamos hoy) sus tesis ideológicas con axiomas matemáticos,  y su carga alegórica, con una suerte de apisonadora verbal inapelable.  La aparente ingenuidad ideológica que ello sugiere no murió con él; continúa  vigente entre nosotros, pues elucubramos el orbe y sentenciamos que nuestra percepción del mismo es la captación de una realidad unívoca y objetiva.  Pero el mundo sublunar es lugar complejo y se resiste a la argumentación simple.  Percibimos tanto con la emoción reptiliana como con el Neocortex.  De ahí la importancia del pluralismo, como necesidad imperiosa, hoy en retroceso, de cualquier sociedad democrática.  Sin el mismo, nada queda.