Pretendió Chesterton
desmontar el ideal colectivista arguyendo aquello de que compartir un paraguas
no implica que se pueda compartir un bastón.
Pero la sutileza del británico no es útil para templar la fe de quienes
creen en algo parecido al comunismo, a pesar de la desdicha, represión (y
muertos) que tal plaga de la teleología humana ha ido dejando por el
camino. Y vivimos, ahora mismo, días, no
de vino y rosas, sino de riesgo para cualquier aspiración liberal; el miedo al
enemigo, al virus nefando en este caso, igual logra que apetezcamos la
omnipotencia del Leviatán; es posible también que los liberticidas, tan cerca
ahora del Poder casi absoluto, nos obliguen asimismo a compartir el bastón a la
vez que nos golpean con el mismo.
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29 marzo 2020
24 marzo 2020
VIRUS Y PENSAMIENTO.
¿Se podría aseverar que
los virus forman también parte de eso que nombramos, metafísicamente, como Naturaleza? No soy muy partidario de hipostatizar el
conjunto de elementos naturales por esa vía ontológica pero, ya puestos,
podríamos volver sobre lo que hemos venido llamando relaciones hombre-medio,
entendidas tradicionalmente a la manera de relaciones recíprocas, de mutua
influencia, entre nuestra sociedad y eso que designamos medio ambiente (del que
también formamos parte). Hasta no hace tanto,
cavilábamos que el poder lo tenía la
Naturaleza y, en los manuales clásicos de Geografía, se platicaba casi más de
los riesgos naturales que de la modificación de lo natural por la acción
antrópica. En los últimos tiempos, la
otra visión, la ambientalista, se viene imponiendo, por goleada, a través del
climatismo, predominante desde el punto de vista político, social y
mediático. Y, de pronto, un virus
desbocado nos trae una situación de confinamiento, de hospitales saturados, de
cifras de muertos cada día, como en los partes de guerra. ¿Le inquieta, ahora mismo, a alguien la
horquilla de posibles acrecentamientos de la temperatura global en los próximos
cincuenta años o la avisada profecía de la subida del nivel marino? La Peste Negra de 1348 introdujo cambios en
los sentimientos y mentalidades; y, con ello, en el pensamiento, que se fue
desviando de las concepciones medievales.
Es posible que esta crisis del Coronavirus nos haga recapacitar en el
sentido de que estamos tan expuestos a eso que denominamos Naturaleza (que no
sé si existe) como ella se ve influida por nosotros. Sería un buen paso hacia la sensatez y el
buen juicio. Pero, si se sale de esto,
que se saldrá, igual se olvida esta potencial moraleja y se retorna a los
mantras de un milenarismo mal enfocado.
20 marzo 2020
ESTADO DE ALARMA.
Exilados en casa, y
restringidas nuestras libertades a causa de un infausto virus, el escenario
puede servir de paradigma de lo que supone el mundo sin mercado, impulsado por
el Poder que decide, con los supermercados dejando de ser pletóricos por el
acaparamiento, con calles vacías y gente en sus casas. A quien haya conocido el comunismo en
cualquiera de sus versiones pasadas o presentes, le traerá esta situación el
recuerdo del no capitalismo, que es algo así como lo de estos días, pero
agravado y constante en el tiempo.
Esperemos que la pesadilla pase pronto y que volvamos a dónde estábamos,
con el totalitarismo en lontananza, eso sí, pero aún dentro del mundo libre. Ánimo
y así sea.
15 marzo 2020
PELIGRO.
Corren peligro el
pluralismo y la libertad. Sin ellos, ya
no cabe hablar de igualdad, de equidad ni de ningún otro asunto de los que
tanto gustan a los adalides de la corrección política, los mismos que pugnan por recortar nuestra
libertad sin prisa pero sin pausa. Se añade a ello que, a quienes nos
gobiernan, no les gusta la pluralidad por distintas razones, que van desde las
puramente ideológicas hasta otras diversas, como verbigracia, el Poder. Nadie
parece rebelarse ante la imposición fáctica, mediática y proterva que se nos
viene encima. Acabará siendo, si no lo remediamos, el silencio de los corderos.
09 marzo 2020
ARANA.
Escribió Sabino Arana:
“Vuestra raza, singular por sus bellas
cualidades, pero más singular aún por no tener ningún punto de contacto o
fraternidad ni con la raza española, ni con la francesa, que son sus vecinas,
ni con raza alguna del mundo, era la que constituía a nuestra Patria Vizcaya
(Bizkaia); y vosotros, sin pizca de dignidad habéis mezclado vuestra sangre con
la española o maketa, os habéis hermanado y confundido con la raza más vil y
despreciable de Europa.“
El polígrafo arriba citado fue el fundador del
PNV (1895), partido que gobierna en la comunidad autónoma vasca y que no parece
tener ninguna relación con la extrema derecha, a juicio de nuestra Izquierda, a
la que no le importa ni le parece vergonzante el pacto con esa fuerza
política. Cierto que Arana escribió en
un contexto político y científico en el que se medían cráneos e iba naciendo la
Antropología Física, al mismo tiempo que
se iba acuñando la taxonomía de las razas.
Desprestigiado el concepto tras la Segunda Guerra Mundial, la noción de
que pertenecemos a un grupo que determina nuestra idiosincrasia y catadura
moral, volvió a colarse a través de del concepto de cultura y, últimamente, del de género. Se trata de que cada individuo
sea el resultado de esa pertenencia a la raza, a clase social, a una cultura o un género.
Y el objetivo es, una vez más, cercenar nuestras libertades.
04 marzo 2020
ESENCIAS.
No creo que los entes
humanos estemos definidos por esencia alguna. No lo estamos, por supuesto,
desde el punto de vista colectivo, pura metafísica, pero tampoco como
individuos. Sólo poseemos la existencia,
el devenir de cada día que nos va conformando; es lo nuestro. Si así pensamos, deberíamos alejarnos de las
moralinas varias que pululan cada época, como la actual, y centrarnos en
nuestro morar de cada día. Pero no. Nos hechiza instituir grandes principios y
también cambiar el mundo, como si ello fuera posible, y así forjamos
aquiescencia para quienes no desean otra cosa que suprimir nuestras libertades
y restringir esa nuestra única propiedad denominada existencia.
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