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27 agosto 2022

SENSACIÓN

 Hay una sensación bastante extendida en estos tiempos entre  el común de los mortales (todos nosotros); se relaciona con el sentimiento de que no comemos sano, de que lo que ingerimos es una especie de basura contaminada por la producción masiva, e industrial, de alimentos.  Los datos, por el contrario, no parecen ser un gran apoyo para esa sensación: la esperanza de vida, en el mundo desarrollado (precisamente donde más extendida esta esa pulsión) es más alta que nunca, la mortalidad infantil es mínima, la estatura media ha crecido….Sin embargo, ninguno de esos datos sirve para atenuar la citada sensación.  Tal vez, por aquello de ser los humanos, como afirmara Heidegger, seres de lejanías, añoramos con embeleso tiempos pasados en los que comían con regularidad solo unos pocos, tiempos de hambrunas, alta mortalidad y epidemias; esos tiempos fueron los preindustriales y, por entonces, la producción alimentaria era toda ecológica, y también sostenible, pues no había capacidad para producir más.  Pero la revolución industrial, y la revolución agrícola paralelas, cambiaron la sostenibilidad de Malthus (crecimiento geométrico de la población y sólo aritmético de la cantidad alimentos) por una nueva situación que permitió, y permite, alimentar a miles de millones de seres humanos.  Esa es la realidad, pero las sensaciones, como la aludida al principio de este comentario, no saben de datos. Demos una oportunidad al raciocinio, y al pensamiento sin prejuicios, y tal vez así podamos desprendernos de la dichosa sensación. O igual preferimos la religión

20 agosto 2022

UNIVERSALES (y 5): GÉNERO.

 

El último de los esmerados proyectos del colectivismo: el “género”.  No se trata del género humano, ni siquiera del género gramatical ( al menos, en Español sexo y género gramatical no están relacionados por una correspondencia biunívoca) pues,  anglicismos al margen, conviene no olvidar de donde proviene todo trampantojo ideológico en la actualidad.  Al final, el denominado género, como la raza, la clase o la cultura, se relaciona, por un lado, con la noción de identidad, muy del gusto de cualquier liberticida, y, por otro, con la idea de pertenencia a un todo que, situado por encima de la individualidad, la envuelve y la trasciende, tornándola en subsidiaria del colectivo.  Se trata de una vieja treta del pensamiento totalitario que regresa, una y otra vez, con distintas apariencias: ortodoxia religiosa, conciencia de clase, raza pura, cultura……………El último avatar es este del género, proclamado y divulgado, sino impuesto, urbe et orbe a través de los nuevos púlpitos y amparado por las emergentes inquisiciones de estos tiempos. Nada que ver con el feminismo o con la igualdad entre sexos, sino componente significativo de la nueva fase de ingeniería social que intenta destruir nuestras libertades como paso previo a nuestra anulación como individuos.

13 agosto 2022

UNIVERSALES 4: CULTURA.

 

A finales del siglo XIX, y en el contexto del desarrollo de la Antropología como ciencia (la llamada Antropología física empezaba, como ya advertimos en una entrada anterior, a medir cráneos) surgió el paradigma del denominado evolucionismo cultural, que establecía tres etapas en el progreso de las sociedades humanas: salvajismo, barbarie y civilización, siendo el modelo de la última la Inglaterra victoriana.  El paradigma sirvió como justificación del colonialismo, partiendo de la noción de supremacía de la raza blanca europea. En aquel contexto, acuño Tylor su célebre definición de la cultura como “aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre”. Según la misma, todo es cultura, pero la cuestión es que convierte a ese concepto en una suerte de referencia absoluta que condiciona a los individuos.  Más tarde, la refutación de este modelo por el relativismo cultural de Levy Strauss ahondó en la consideración de las culturas como entidades absolutas; al igualar a todas desde el punto de vista de las creencias o los valores se pusieron las bases del multiculturalismo de nuestros días, en el que las culturas parecen representar el mismo papel que otrora las razas.  Lo fundamental de todo ello es que la cultura se ha ido convirtiendo en otro universal irrefutable, y en un elemento para negar al individuo, determinado por su burbuja cultural, es decir, boccato di cardinale argumental para cualquier liberticida.

06 agosto 2022

UNIVERSALES 3: CLASE.

 

Más sobre universales. En la entrada anterior nos referíamos a la raza.  Otro universal, tan contrario al individuo como cualquier otro, fue, y es, la clase.  Escribía Carlos Marx, en Contribución a la crítica de la economía política,  aquello de que en la producción social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales”. La expresión “independientes de su voluntad” es el nexo común del concepto de clase con otras nociones como raza, cultura o género, pues propone una concepción determinista del ser individual, a partir de la cual, con la receta o los ingredientes que sean en cada caso, se sirve el plato que fagocita la libertad.  Y no hay más. Además de ser  la clase, como cualquier otro universal, un concepto oscuro y metafísico, se convierte en un cajón donde clasificarnos para justificar la construcción de un futuro poco halagüeño, un futuro que ya es pretérito, pues hemos conocido a lo que conduce la noción de clase como conocemos a donde condujo la de raza;  hasta ahora la propuesta ha terminado siempre en tiranías colectivistas de distinto tipo, pero con ese elemento común de la opresión y el crimen sistemático.  Los datos y los hechos son tozudos por mucho que se cierren los ojos y se deje en suspenso el raciocinio.