La simplificación es antesala del Totalitarismo. Todo brota
cuando se observa el orbe y, advirtiendo sus imperfecciones, se busca la manera
de acabar con ellas. Lo que viene
después es el sectarismo y la ingeniería social, que devienen barbarie y
convierten el remedio hallado en un fenómeno mucho peor que la enfermedad a
curar. Y la simplificación presenta
diversas apariencias, pero suelen tener en común una suerte de determinismo en
el que lo individuos, de manera ajena a su voluntad, están marcados por su
nación, su religión, su cultura o su clase social. A partir de ahí se elabora una ideología,
paralela a la acción, de tipo totalitario.
Y es tan cómodo tener explicación para todo......Porque el individuo que
intenta apelar sólo a su propia razón y entendimiento, alejándose en lo posible
de las emociones y de los mesianismos teleológicos, se encuentra siempre inerme
ante la ingente marea del universo real.
La búsqueda de la explicación total toma, por otra parte, fuerza en
épocas como la nuestra, desprovistas de seguridades. Y los totalitarismos emergen de nuevo sin que
parezca que muchos se den cuenta.
Vistas de página en total
25 mayo 2017
12 mayo 2017
LA EXHUMACIÓN.
Asombra la proposición no de ley relacionada con los restos
mortales de Franco. Uno se pregunta qué
finalidad, más allá de mecanismos de agitprop, pueda tener dicha
iniciativa. Desenterrar a los muertos no
suele ser asunto de buen fario, salvo exhumaciones legales debidas a
demandas o procesos judiciales de
variada índole. El Valle de los Caídos
está ahi, con la cruz visible desde la lejanía, como un testimonio de una época
de nuestra Historia. Igual nos hubiera
gustado que la Guerra Civil no se hubiera producido, pero se produjo; preferiríamos,
sin duda, que España, tras la Segunda Guerra Mundial, se hubiera sumado a los sistemas democráticos
de eso que denominamos nuestro entorno, pero no fue así. La realidad es que el franquismo, como
régimen político, existió y permaneció durante casi cuatro décadas. Y otras
tantas después, pretendemos volver sobre el asunto exhumando los restos del
dictador a iniciativa de un partido que gobernó España la friolera de
veinticuatro de los 42 años transcurridos desde el óbito del generalísimo, sin
haber dado muestras de que el desalojo de la tumba le preocupase. A mí, sí me preocupa esta pretensión
postrera, y lamentable, tanto tiempo después.
La Historia es la que es, aunque últimamente intentemos reconstruirla
por la vía del discurso. Cambiar el
pasado para justificar el presente ha sido siempre el recurso de todo
totalitarismo.
05 mayo 2017
DISCURSO.
Tradicionalmente, se razonaba que el pensamiento abstracto,
junto con el mundo abierto y el lenguaje articulado, definían al ser humano en
oposición al resto del reino animal. Por distintos motivos, sobre todo de
índole ideológica, esa diferenciación ya no se hace, o ha subsistido en segundo
plano. Tal vez lo que nos identifique,
no obstante, sea lo que podríamos
denominar "discurso" o relato acerca de nosotros mismos. Un relato que intenta ser coherente; lo aceptamos como
propio y lo vendemos a los otros. Ahí
radica a mi juicio la diferencia. Y
además del discurso individual, fruto de la continuidad y de la memoria, está
el discurso colectivo, más caótico y desmemoriado. La ideología no es otra cosa que la
adecuación del uno al otro, una vez pasados ambos por el tamiz de las
emociones. No importa para nada la
racionalidad de esos discursos, y a las pruebas de cada día me remito, sino su
coherencia con lo que percibimos y sentimos.
Como la percepción forma parte del entendimiento, éste queda a menudo en
entredicho. No busquemos la lógica en
nuestras acciones individuales o comunitarias, pues no la encontraremos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)