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30 enero 2021

LA FÁBULA DE LAS ABEJAS.

 

La fábula de las abejas” es un escrito de Bernard de Mandeville, holandés que anidó en Inglaterra a caballo entre los siglos XVII y XVIII.  Viene a decir el autor que los vicios privados hacen la prosperidad pública.  A simple vista, parece un puro antecedente de Smith o Ricardo, y de la noción  que defiende  el egoísmo de cada cual como fuente del bienestar de todos.  Pero no es sólo eso; yendo más allá,  discurre que no es posible aunar moralidad con prosperidad.  Pues bien.  Vivimos tiempos en los que, por el contrario, parece extenderse una suerte de moralidad o moralina colectiva, que terminará por ahogar los vicios de los discrepantes.  Nos encaminamos a la muerte de las libertades individuales; el Estado Nación clásico las garantizaba, pero el poder mundial, relacionado el Big Data y las grandes corporaciones que controlan la información y la redes sociales (además de nuestros datos), las abole para su bien y en menoscabo del nuestro.  No se crean nada.  Vienen a por nosotros y no sé si tenemos maneras para defendernos.

25 enero 2021

REFLEXIÓN SOBRE UNA NEVADA.

 

La nevada sobre Madrid, que tanto estremeció a los medios y a la opinión pública, acaece , tal vez, como paradigma de la fuerza de la biósfera frente a la sociedad que nos cobija. Tradicionalmente, el asunto de los “riesgos naturales” era una parte sustancial de los tratados de Geografía,  en los capítulos dedicados a las relaciones hombre-medio.  Pero, de un tiempo a esta parte, prevalece la cuestión de los efectos antrópicos sobre el ecosistema, en un relato, casi religioso, que se ha colado en nuestra concepción del mundo.  Dijo Baltasar Gracián:  “Donde no hay artificio, todo lo pervierte Naturaleza”; la frase es una muestra de la visión renacentista de su autor, pero también de la precaria situación de lo humano en el entorno hostil (aspecto hoy olvidado) de lo natural.  De pronto, en Madrid, en enero de 2021, la gente se ha visto inerme ante un fenómeno meteorológico, inusual por estos pagos, pero posible, con tuberías congeladas y, por tanto, sin agua y sin calefacción, además de con  supermercados cerrados y transportes no operativos.  Desconozco si alguien se ha planteado el discurso al uso o si se ha reconsiderado, aunque fuera solo en parte, la fuerza del planeta frente a nuestra precaria civilización o si, una vez olvidado todo, tornaremos todos al relato de siempre, el del planeta desamparado ante nuestra presencia deletérea . Es difícil apartarse de las verdades reveladas (y no incómodas).

20 enero 2021

LEGALIDAD Y MORAL.

 

Podría pensarse que es legal lo considerado como bueno o justo, e ilegal lo considerado malo o injusto. No obstante, en un sistema de leyes racionalmente concebido, eso bueno o malo no puede coincidir con lo considerado moral (……)  Cada individuo elige su código ético, y nadie elige su código jurídico”
   Antonio Escohotado.

  Así lo concebían los romanos, partiendo de una idea jurídica enfocada a preservar a la colectividad de los individuos asociales o desviados del sistema, más que a la creación de ciudadanos perfectos.  Esto último, cuando se pretende,  acopia infortunios para  las libertades individuales, pues supone alistarse en el universo  de los delitos sin víctima concreta, infracciones genéricas instituidas desde la pura ideología y que, al final, terminan siempre por alumbrar la culpa de disidencia.  Huyamos, pues, de quienes procuran hacernos mejores  mediante la legislación; sólo quieren oprimirnos y cercenar nuestra circunstancia de hombres y mujeres libres.   Lo dejo aquí.  Que cada cual piense y ate cabos.

14 enero 2021

"ARETÉ".

 

  En el mundo clásico antiguo, el de griegos y romanos, se tendía a pensar  que la República (en sentido amplio, el equivalente a nuestros sistemas de convivencia democrática)  se conservaría mientras los ciudadanos hubiesen virtud; constituía la misma una  aspiración común para todos, al menos de puertas afuera, como  ideal  del  conjunto social.  La areté griega, basada en la moral homérica,  y que fue evolucionando desde los inicios hasta Sócrates, formaba parte de la vida de cada día; en Roma, el ideal, que también sufrió cambios a lo largo del tiempo, fue común hasta el Bajo Imperio. En ambos casos, la virtud consistía sobre todo en sostener las instituciones.  ¿Tenemos hoy en día un concepto común de la areté?  La respuesta es negativa a juicio de quien suscribe: no se vislumbra, en el orbe occidental, un objetivo común, ni siquiera de cara a la galería.  No todos aspiramos a los mismo, ni colocamos el Bien en el mismo sitio; tampoco reflexionamos sobre ello, más pendientes de imponer el nuestro que de profundizar en su esencia. Y en eso estamos.

09 enero 2021

LIBERTAD NEGATIVA/LIBERTAD POSITIVA.

 

Isaiah Berlin, ilustre  historiador de las ideas, publicó, en 1958, “Dos Conceptos de la Libertad”, distinguiendo entre libertad positiva y libertad negativa. La segunda se refiere a la ausencia de restricciones y se concibe, sobre todo, como libertad individual, en el sentido de que nadie interfiera en nuestras propias acciones o, lo que es lo mismo, se orienta a que los demás no nos controlen. En resumen, se trata de  la libertad individual, con las limitaciones que sean necesarias (en relación con la libertad de los otros). La democracia liberal, desde su origen, se cimenta sobre la libertad negativa, muy  afín a los derechos individuales.  La libertad positiva, siempre más subjetiva, se acaba atribuyendo, casi siempre, según Berlín, a entidades que trascienden al individuo, como la tribu, la clase o la raza.  Se podrían añadir hoy el género o el ecosistema. En todo caso, la distinción entre los dos tipos de libertad puede ser un buen punto de partida, a la par que hilo de Ariadna, para comprender parte de los entresijos del mundo actual e intuir sus peligros.

04 enero 2021

PARA MEDITAR.

 

En el contexto del Covid y el confinamiento, Van Morrison y Eric Clapton concertaron una balada que reza lo siguiente:  “no more lockdown, no more Government in my life”; se puede traducir como “no más encierro, no más gobierno en mi vida”. No entro a valorar la cuestión del encierro, pero sí la del gobierno, esto es, del Estado, si adaptamos la terminología anglosajona a la nuestra. Se trata de un asunto que enlaza con el de la libertad y la responsabilidad, que van unidas de manera indisoluble, pues no existe la primera sin la segunda, y no está claro si la seguridad, o eso que entendemos por tal, es compatible con el libre albedrío o se relaciona más bien con el “vivan las caenas”.  Puede ser un punto de partida para una reflexión seria y templada, si ello es posible en los tiempos que corren.