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31 enero 2009

ALMA Y CUERPO

En otros tiempos, los señores del mundo nos persuadían para que todos nuestros actos terrenos estuvieran enfocados a la salvación de nuestra Alma. Era un puritanismo espiritual que adoptaba distintas formas según la época y momento: el milenarismo fue una de ellas. Pero el tiempo ha pasado. De la religión ancestral y estricta vamos vadeando hacia una religión profana. Ya no se trata ahora de salvar el Alma sino de salvar el Cuerpo (con mayúscula). Surge así un neopuritanismo basado en la salud y en los hábitos saludables. Como si la Parca no existiese, los amos del mundo nos impelen, en estos tiempos nuevos, a un sueño de perpetuidad y de longevidad dorada. Ello nos obliga a rehusar todo aquello que damnifica a la salud que, en general, coincide con el conjunto de hábitos y acciones que antes eran tildados de vicio o de pecado. Y nos lo creemos, porque esos dueños del mundo son muy persuasivos y dominan, como nunca antes, el arte de la repetición; disponen, por otra parte, de medios de difusión masiva de las buenas nuevas. Pero no nos engañemos. Es la misma letanía de siempre.

25 enero 2009

DON DE LENGUAS

En la doctrina cristiana se define el don de lenguas como el don adquirido por obra del Espíritu Santo para hablar en todos los idiomas al mismo tiempo (del mismo modo en que lo hace Dios) y, de este modo, ser escuchado por cada receptor en su idioma nativo y en su propio idiolecto sin que el hablante sea consciente de ello y sin que el oyente sepa que el hablante desconoce su idioma). ¡Quién lo pillara! En estos tiempos de inmersión lingüística y de academias de Inglés nos ahorraríamos un montón de bríos y de peculios. Y si lográramos transmitir el don a nuestros vástagos economizaríamos también una gran cantidad de esfuerzos y de estancias en Londres. Pero ese don no existe. La realidad es que moramos una torre de Babel contra la que batalla la nueva lengua franca y anglosajona. Sí podríamos aspirar al don de la lengua, esto es, al don de la sintaxis que tal vez sea, como dijo alguien, una facultad del Alma, pero que, al menos, está a nuestro alcance si pulimos nuestro pensamiento, cuyo reflejo es la lengua que desplegamos. Es difícil, no obstante, en estos lapsos de pensamiento caótico y de ruina de la lógica, en los que retornan, bajo embozos racionales, la ignorancia y la superstición denigradas por los ilustrados.

21 enero 2009

OBAMA

Tiempos de simulacro y de orbe virtual, de oleaje mediático que nos hace alcanzar ese gran ceremonial de la coronación imperial. Ensueño en la izquierda de nuestra Europa. Una izquierda laica e impía que, inasequible al desaliento, pasa por alto el pormenor del “pastor” y del “padrenuestro” desde la terraza del Capitolio. Gozamos de un emperador negro, de un Septimio Severo, que fue el primer ciudadano de provincias en obtener la máxima magistratura de Roma. Nos abruman con todo ello y nos cercan en un piélago de sentimentalismo. USA es Roma y, nosotros, ciudadanos del Imperio, aunque sin sufragio. Pero nominamos con el corazón y el propósito; impelidos por los mantras que los mass media corean, juzgamos saber lo que anhelamos. Pero, amigos, tiempo al tiempo. De nada sirve la esperanza si la realidad efectiva, tan embarazosa a veces, no la ratifica. Ya veremos.

16 enero 2009

¿VIOLENCIA?

En uno de los telediarios de TVE se refirió el busto parlante al fin de la violencia (sic) en Gaza. Formula, por su parte, el DRAE las siguientes acepciones para el vocablo “violencia”:
1. Cualidad de violento.
2. Acción y efecto de violentar o violentarse.
3. Acción violenta o contra el natural modo de proceder.
4. Acción de violar a una mujer.
Parece que cualquiera de estas enunciaciones se queda exigua a la hora de relatar lo que está ocurriendo allá por la añeja Palestina. Más bien se diría que se trata de una guerra. Había yo escuchado y leído la valoración de violentos para los terroristas, pero no esperaba que la violencia fuera designación en absoluto para una acción castrense y exterminadora en toda regla. Desde luego que la guerra es violenta ( violentar, violenta bastante y, además, mata), pero el informativo antedicho me ha dejado anonadado.

07 enero 2009

LA CUESTA DE ENERO

En la representación topográfica del año, yo percibo una bajada desde Enero a Julio; una curva pronunciada entre Agosto y Septiembre, con una zona de ascenso hasta Diciembre. Es por ello que no soy capaz de imaginar esa cuesta de enero concebida como repecho empinado que sucede al dulce dejarse llevar del período navideño. No hay tal cuesta. Entramos en el nuevo año y nos vamos camino abajo (para bien o para mal) porque el mundo nunca se detiene: a veces se frena un poco y, a veces, se embala. Así pues, nadie se preocupe. Lo único perverso de este mes es que otro año se inicia y desconocemos que será de nosotros durante su periplo. Sólo tenemos la certeza de que, en el mejor de los casos, añadiremos un entero al guarismo ya alarmante de la edad. He ahí la cuesta: descendente y demasiado rápida.