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30 diciembre 2008

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Es lo que toca ahora: despedir al año que fenece y expresar los mejores deseos para el año nuevo. La medianoche del día 31 mostrará, una vez más, la vieja superstición que llevamos dentro. Intentaremos ahuyentar a los malos demonios con toda una pléyade de ritos y pequeños actos dentro de ese ambiente que, aunque festivo, no deja de estar basado en una buena, y subrepticia, dosis del miedo ancestral al porvenir. Mas no nos engañemos; pronto nos habituaremos a escribir 2009 y olvidaremos que estamos en un nuevo año porque, transcurridas unas jornadas, ya no será nuevo y transitaremos el camino de siempre en pos de la Semana Santa, primero, y del estío después. Es lo que hay aunque con novedades sustanciosas en relación con la situación económica, que irá empeorando en los próximos meses. ¿Hasta cuando? Nadie lo sabe, si bien los hombres de otros tiempos decían aquello de que todo es posible mientras haya mundo. Y lo habrá sin duda para bien o para mal. ¡Feliz año nuevo, pues!

25 diciembre 2008

SARAMAGO

Es como esos platos que se comen de cuando en cuando pero que, incorporados a la dieta habitual, empachan y aburren. Si lees al portugués de manera espaciada, en su momento y en la justa dosis, es ya otra cosa muy distinta, un manjar exquisito y memorable. No me gustó el Ensayo sobre la ceguera pero sí, y mucho, Todos los nombres, una obra maestra con tintes kafkianos. Y también una novela menos conocida: El hombre duplicado. Tiene Saramago, por su nacionalidad, unos tintes muy propios que le hacen universal: algo de gallego, algo de extremeño (recuerda a Landero) y mucho de cosmopolita en el mejor sentido de la palabra. Sus narraciones discurren en esa suerte de presente continuo y atemporal que agobia al lector a la vez que le impide abandonar le lectura. ¿ A qué viene todo esto?. Me dispongo a comenzar con lo último suyo, El viaje del elefante. Nada mejor para este día de Navidad.

20 diciembre 2008

EL AZAR Y LA NECESIDAD

No se refiere el título de esta entrada al trabajo homónimo de Jacques Monod ni a reflexión alguna sobre el evolucionismo biológico. Pienso más bien en el sorteo del próximo lunes, el de la lotería navideña, el de la celebración y el de la salud. Aguardamos la lluvia de dinero fácil asiéndonos a una remota posibilidad estadística como a un clavo ardiendo. Pero, ¿juegan a la lotería los grandes amos de la cosa financiera internacional? ¿L0 hacía el arrestado líder norteamericano del timo piramidal? Jugamos quienes no tenemos otra opción de dinero fácil que ese azar cantado por los niños de San Ildefonso. En este caso, es la necesidad (seguramente secundaria y no primaria) lo que nos conduce a confiar en el azar o, tal vez, en un sino que suponemos nos aguarda en un momento de la mañana del veintidós de diciembre. Esto sí que es azar y necesidad, al margen de cualquier otra dilucidación filosófica o teleológica.

14 diciembre 2008

EL RETORNO

Retorna la Navidad y regresa quien suscribe a este espacio virtual, abandonado en los últimos meses por vicisitudes varias. Acabo de leer El pintor de batallas, de Pérez-Reverte. Me ha sorprendido, igual que ocurrió con La reina del sur. No soy muy afín a este escritor, pero confieso que, en estas dos obras, se sale bastante de su línea y fabrica verdaderos universos paralelos. En esta última, la del pintor, se muestra un Pérez-Reverte desconocido, agrio y melancólico, casi sublime. Recomiendo su lectura.
Pero, hecho el inciso, la Navidad se acerca una vez más. Una Navidad algo triste y retraída, casi en blanco y negro, con pocas luces en las ciudades y en los centros comerciales, epítome de la crisis económica y financiera que, además de real, se torna psicológica, crisis del Alma que deviene melancolía. En fin, estamos de vuelta tras más de cuatro meses.