Retorna la Navidad y regresa quien suscribe a este espacio virtual, abandonado en los últimos meses por vicisitudes varias. Acabo de leer El pintor de batallas, de Pérez-Reverte. Me ha sorprendido, igual que ocurrió con La reina del sur. No soy muy afín a este escritor, pero confieso que, en estas dos obras, se sale bastante de su línea y fabrica verdaderos universos paralelos. En esta última, la del pintor, se muestra un Pérez-Reverte desconocido, agrio y melancólico, casi sublime. Recomiendo su lectura.
Pero, hecho el inciso, la Navidad se acerca una vez más. Una Navidad algo triste y retraída, casi en blanco y negro, con pocas luces en las ciudades y en los centros comerciales, epítome de la crisis económica y financiera que, además de real, se torna psicológica, crisis del Alma que deviene melancolía. En fin, estamos de vuelta tras más de cuatro meses.
Pero, hecho el inciso, la Navidad se acerca una vez más. Una Navidad algo triste y retraída, casi en blanco y negro, con pocas luces en las ciudades y en los centros comerciales, epítome de la crisis económica y financiera que, además de real, se torna psicológica, crisis del Alma que deviene melancolía. En fin, estamos de vuelta tras más de cuatro meses.
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