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19 febrero 2021

NORMALIDAD.

 

"El problema con Eichmann fue precisamente que muchos fueron como él, y que la mayoría no eran ni pervertidos ni sádicos, sino que eran y siguen siendo terrible y terroríficamente normales. Desde el punto de vista de nuestras instituciones legales y de nuestras normas morales a la hora de emitir un juicio, esta normalidad es mucho más aterradora que todas las atrocidades juntas".

Hanna Arendt.

Esa normalidad aterradora revela muchas cosas, pues la bestialidad cíclica de la opresión se despliega en el ámbito cotidiano:  la Inquisición,  los jémeres rojos, el bolchevismo, la Alemania hitleriana, y todos los totalitarismos, actuaron, y actúan, viviendo el escenario de cada día, en el contexto de esas personas normales que ejecutan, acatan, o amparan con su silencio, los desmanes correspondientes.  Gentes normales y obedientes, funcionarios ejemplares, probos padres de familia….También en nuestro presente occidental, aparentemente curado de enfermedades semejantes, la marea de la normalidad, manejada por los resortes de hoy, y con nueva apariencia, va emergiendo en busca de esa nada que, cada cierto tiempo, se repite.  Miremos alrededor sin prejuicios y tal vez vayamos captando sus entresijos.

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