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12 noviembre 2016

PUEBLOS PRERROMANOS.

Resultado de imagen de PUEBLOS PRERROMANOSTradicionalmente, al abordar la Historia de la Península Ibérica en esos tiempos difusos del primer milenio A.C, anteriores a la llegada de los romanos, se ha venido distinguiendo entre pueblos prerromanos y pueblos colonizadores.  Los primeros, de origen oscuro y discutido,  estarían integrados por el conjunto de gentes que habitaban este territorio y que recibieron la visita de fenicios, griegos y cartagineses; se distingue entre iberos, celtíberos y celtas, si bien estos últimos habrían llegado al mismo tiempo que algunos de los colonizadores, lo que añade más confusión al rompecabezas. La lingüística marca la división de la península ibérica en dos áreas diferenciadas: una ibérica y otra céltica. Estas dos amplias zonas diferenciadas parecen mostrar una distinta mentalidad social y religiosa.  Los iberos ocuparon la franja mediterránea desde Andalucía Oriental hasta el Languedoc francés, con uso de lenguas y sistemas de escritura propios, una cerámica a torno ricamente decorada con motivos pintados o el avanzado armamento. Este pueblo de compleja organización social y territorial se nutrió de los contactos comerciales con otros pueblos del Mediterráneo, como los griegos, fenicios y púnicos. Aunque las fuentes clásicas no siempre coinciden en los límites geográficos precisos ni en la enumeración de pueblos concretos, parece que la lengua es el criterio fundamental que los identificaba como iberos desde el punto de vista de griegos y romanos,puesto que las inscripciones en lengua ibérica aparecen a grandes rasgos en el territorio que las fuentes clásicas asignan a los iberos. En cuanto a los celtas, fue el  nombre con el que griegos y romanos se refirieron a las poblaciones bárbaras del Occidente europeo, asentadas también en amplias áreas de la Meseta, el Norte y el Oeste de la Península Ibérica. Fue un conglomerado de pueblos que compartían determinados rasgos culturales (organización social, religión, lengua, costumbres y cultura material),  que pasaron de la Prehistoria a la Historia con la conquista e incorporación al Imperio Romano. En un sentido amplio, celtas (griego, Κέλτoι), es el término utilizado por lingüistas e historiadores para describir al pueblo, o conjunto de pueblos,  de la Edad de Hierro,  que hablaban lenguas celtas pertenecientes a una de las ramas de las lenguas indoeuropeas. En este sentido, el término no es por lo tanto étnico ni arqueológico, pues muchos de los pueblos que hablaron lenguas célticas nunca llegaron a participar de las corrientes culturales materiales de Hallstatt o La Tène. Existe, sin embargo,  un concepto más restringido del término, referido en este caso a los llamados celtas históricos, entendidos estos como el grupo de sociedades tribales de Europa, que compartieron una cultura material iniciada en la primera edad de hierro (1200 – 400 a. C.) en torno a los Alpes (periodo Hallstatt) y, más tarde,  en el hierro tardío (periodo La Tène), y que fueron así llamados por los geógrafos griegos y latinos. ¿Y los denominados Celtíberos?¿ Se veían así mismo como tales?.  .Para los escritores de los siglos IV y III a.C., la Meseta central era un país de celtas, ya que Timeo (340-250 a.C.) se refiere a la Céltica montañosa. Será en el tránsito del siglo III al II a.C. cuando se empiece a diferenciar en los textos el componente celtíberos, siendo Livio el que los nombra por primera vez, en el año 218 a.C. y más explícitamente Polibio; a partir de este momento, las citas se multiplican. Pero a lo largo de los casi seis siglos, que dura la Cultura Celtibérica, los límites de estos pueblos sufrieron continuos cambios y variaciones.

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