ESTADO.
En una de sus aventuras, el Barón de Münchausen logra salir de una
ciénaga asiendo su propia coleta y tirando hacia arriba; inspiró tal vez ello
al personaje de dibujos animados que sujetaba su propio cabello para no caer al
vacío; por supuesto que caía igualmente y su intento produce hilaridad en niños
y adultos. Sin embargo, podemos pensar
que el Estado sale a flote por si mismo y puede garantizar nuestro anhelo de
seguridad física y económica. Así lo creen millones de personas en el orbe;
suelen encuadrarse en eso que se llama la Izquierda. Según esa fe inquebrantable, heredera del
aludido barón, y alimentada desde el Poder, el Estado lo puede todo y es la
expresión del Bien frente a la cruel iniciativa privada. No obstante, todas las experiencias que
conocemos en las que el Estado ha tendido a quedarse solo, resultan escalofriantes
por sus datos de opresión, furor liberticida y miseria colectiva. Pero seguimos creyendo que podemos subsistir
agarrando nuestra propia coleta. Una y
otra vez. Y no escarmentamos.
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