Vistas de página en total

19 diciembre 2021

RELIGIÓN.

 

Se va tornando más arduo hallar el límite que separa la Religión de lo que no lo es, tal vez porque todo lo que forjamos y cavilamos parece ungido por una parte irracional cimentada en algún tipo de fe o certeza previa. Aparte de aquello de “religar”, siempre presente como adenda a cualquier esclarecimiento del hecho religioso, entiendo que la religión es, sobre todo, “verdad revelada”; así pues, no se requieren dioses para que la devoción exista, pues el dogma revelado es el origen de todo. De ahí la dificultad para discernir entre lo sacro y lo profano en estos tiempos de tribulación y mudanza. Una prueba de ello es la proliferación de inquisidores laicos, amén de la técnica del concilio, cada vez más extendida, con su ortodoxia y sus herejes. No creo que sea una imitación consciente de la Iglesia y sus procedimientos (como parecen indicar la Convención jacobina, los congresos del PCUS, o los dicterios, cumbres y movimientos variados del hoy), sino el resultado del hecho religioso en sus distintas variantes. Así lo parece a la vista del orbe observable.

No hay comentarios: