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03 diciembre 2019

MENTIRA.


“La mentira política tradicional, tan saliente en la historia de la diplomacia y de la habilidad política, generalmente se refería a secretos [...] Las mentiras políticas modernas tratan eficazmente de cosas que de ningún modo son secretas, sino conocidas prácticamente por todo el mundo. Esto es evidente en el caso de la reescritura de la historia contemporánea a la vista de aquellos que han sido sus testigos, pero es igualmente cierto en la fabricación de imágenes de todo tipo […] pues se supone que una imagen, a diferencia de un retrato a la moda antigua, no embellece la realidad sino que ofrece de ella un sustituto completo. Y ese sustituto, en virtud de las técnicas modernas y de los medios masivos de comunicación, es, por supuesto, mucho más patente de lo que fue jamás el original.»
Jacques Derrida (1995)
Durante una conferencia dictada en Buenos Aires, nos dejó Derrida, el filósofo de la “deconstrucción”, este parágrafo, concebido antes de que se hubiese acuñado el concepto de posverdad. Lo de la reescritura es absolutamente premonitorio.  Igual no agrada en el biotipo progre/izquierdista, pero comunica lo que estaba por venir y ya ha venido.  La realidad ya ha sido reemplazada de una manera que Derrida tal vez ni sospechó; ni siquiera Braudillard, con su simulacro, parece referirse a algo tan elaborado como el piélago de mendacidad que nos anega.  Cada vez de forma más burda, la realidad se encubre y se modifica en ese nuevo cosmos virtual que nos anega.  En esto estamos y ya no sé si tiene remedio.

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