Vistas de página en total

22 agosto 2011

AGOSTO

Languidece ya agosto y el otoño se avisa rudo.  Bajo el calor irrespirable, un piélago de peregrinos ha caminado su fe, o sus ansias de lo que sea, bajo la ojeada desafiante de algunos intolerantes y ante el estupor de los, como quien suscribe, se sienten indiferentes.  Al mismo tiempo, el pánico económico se extiende por doquier y la liga de fútbol no consigue iniciarse por una convocatoria de huelga.  Represión en Siria.  Gadafi acorralado. Ya no hay, parece, serpientes de verano, propias de otros tiempos en los que el estío cursaba sin noticias.  Ya no.  La realidad, genuina o fabricada, embiste una y otra vez, nos estropea el día que se prometía feliz, impide nuestro nirvana veraniego.  Imaginemos qué puede venir después, cuando ni siquiera estemos amparados por la impresión de dolce far niente que el mes que termina notifica a nuestras mentes.

No hay comentarios: