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25 febrero 2023
EDAD DE PENUMBRA.
La edad de la penumbra,
obra de Catherine Nixey, describe el proceso por el que una nueva
religión, el cristianismo, destruyó los cimientos del mundo antiguo. Cabe
destacar el siguiente pasaje: “Toda una forma de vida estaba muriendo. En el mundo antiguo, los escritores
que se habían opuesto a la religión cristiana se esforzaron por expresar sus
sentimientos con palabras. En un desolador epigrama, Páladas se preguntaba:
«¿Acaso no hemos muerto y solamente nos parece estar viviendo, griegos […]? ¿O
existimos nosotros cuando ha muerto la vida?». Estaban barriendo su antigua
sociedad. Se estaba erigiendo el símbolo de la cruz, según la resonante frase
de Gibbon, sobre las ruinas del Capitolio de Roma. Pero, según algunos de los
predicadores más famosos del momento, ni siquiera esto era suficiente para
satisfacer al Dios cristiano. Aunque los cristianos se hubieran hecho con el
control de los lugares más importantes y de los templos, su Dios, decían a sus
congregaciones, quería más. No se contentaba únicamente con edificios. Tampoco
estaba satisfecho con la simple apariencia de piedad. Quizá se pudiera engañar
a los viejos dioses romanos con una mera pose de obediencia a sus ritos—solo
«toca» el incienso, como imploraban los gobernadores romanos a los cristianos—,
pero este dios no se dejaba timar tan fácilmente. Él no quería que se
cumplieran los ritos, no deseaba templos ni piedras. Quería almas. Quería
—exigía— los corazones y las mentes de todas y cada una de las personas del
imperio.”
Pido disculpas por lo
prolijo de la cita, pero es que no tiene desperdicio. Es el mundo que se refleja en la película Ágora.
El cristianismo pasó, en menos de siglo, de religión perseguida a religión oficial
del Imperio. Como en nuestros tiempos,
los antisistema se convirtieron en sistema y, una vez operada esa metamorfosis,
la emprendieron contra todo lo que se movía, impusieron su credo sin pausa y
sin dudas. No está mal leer a Nixey y,
después, o al mismo tiempo, reflexionar sobre lo que, en estos días, va
acaeciendo. Toda realidad depara
sorpresas.
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