La fuerza que posee la propaganda
totalitaria -antes de que los movimientos tengan el poder de dejar caer telones
de acero para impedir que nadie pueda perturbar con la más nimia realidad la
terrible tranquilidad de un mundo totalmente imaginario- descansa en su
capacidad de aislar a las masas del mundo real.
Hanna Arendt.
Cada vez es más fácil
el aislamiento de las masas; en relación con el mundo del siglo XX que conoció
Arendt, el hogaño goza de posibilidades infinitas. Qué no hubiera hecho Goebbels con las redes
sociales......En el presente, la capacidad para retirar a la gente del universo
real se llama posverdad. Y vive en
crecimiento exponencial. Cada día parece
importar menos el orbe objetivo, si es que existe, y va primando la
reconstrucción de los hechos, de los sentimientos o de las ideas a posteriori. Da miedo.
Que cada cual lo piense; y el que
quiera entender, que entienda.
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