“Pluralismo significa asumir
que vivimos en sociedades donde coexisten distintas concepciones sobre lo que
es bueno y lo que es malo”
Salvador Paniker.
La
frase parece tautológica, pero, vista la situación presente, no es tan obvio lo
que dictamina. Tal vez tengamos que
volver a Glucksmann, ya aludido aquí en distintas ocasiones en relación con
esta misma idea, para quien la Europa de posguerra, y la de después, prosperó y
vivió en concordia por el acuerdo de todos acerca de dónde estaba el Mal;
añadía el francés que el problema surgiría cuando algunos creyeran saber dónde
está el Bien. Pues he ahí. Creo que ya ha sucedido. Nos están obligando a ese Bien sin contar con
nosotros. Y nos lo vamos tragando. La religión laica, como las otras, ignora lo
de las distintas concepciones y dictamina la primacía de una sola, sin que
seamos capaces de oponernos. El Poder
espiritual, con otros nombres y ambages, amparado ahora en el universo de lo
inapelable, se va imponiendo como siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario