“Es más fácil embaucar a
muchos juntos que a uno solo”
Herodoto.
Veinticinco siglos nos separan
de esta aserción del patriarca de la Historia. Nada nuevo bajo el sol. Resulta curiosa la contradicción entre el
recelo individual y la credulidad colectiva, pero es real e inapelable. Engañar a un ciudadano, o ciudadana, no es
tan fácil; casi nadie compra, salvo excepciones debidas a la extrema habilidad
del embaucador, o a la excepcional falta de juicio del comprador, un coche
usado y defectuoso. Sin embargo, nos
pueden vender, cuando nos tornamos muchedumbre, cualquier suerte de dogma
infumable e incoherente. La historia de
las religiones, y de los concilios ecuménicos, está colmada de tales desatinos,
Y, más tarde, la de las ideologías mesiánicas o de los actuales milenarismos de
raíz ecológica. Sí, es más fácil
embaucar a muchos, como bien saben los enemigos de la libertad.
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