“Nunca en mi vida he 'amado'
a ningún pueblo ni colectivo, ni al pueblo alemán, ni al francés, ni al
norteamericano, ni a la clase obrera, ni a nada semejante. En efecto, sólo
'amo' a mis amigos y el único género de amor que conozco y en el que creo es
el”
“El mal no es nunca radical,
sólo es extremo, y carece de toda profundidad y de cualquier dimensión
demoníaca. Puede crecer desmesuradamente y reducir todo el mundo a escombros
precisamente porque se extiende como un hongo por la superficie.·
Hannah Arendt
Son dos párrafos debidos a Hannah Arendt. Puede parecer que tratan sobre asuntos disÍmiles,
pero, en realidad, tratan sobre lo mismo.
Creo firmemente que la fascinación por las entidades abstractas, como
las que se citan en la primera frase (y podríamos añadir muchas otras que, en
la actualidad, son de consumo masivo), acarrea a aquello de lo se trata en la
segunda. El Mal, como realidad banal, se
ensancha con facilidad; lo hace bajo una apariencia que resulta irrelevante
hasta que ya no tiene remedio. Sólo lo
concreto. y lo individual conducen al pluralismo.
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