En las
elecciones el pueblo tiene la ilusión de ejercer el poder, pero no es así,
claro, no hay voluntad general, ésa es una idea metafísica.“ GUSTAVO BUENO.
Así es. La voluntad general, concepto proveniente
de Rousseau, no existe, salvo como
quimera metafísica o mística. La
sociedad, a la postre, se divide en unas mónadas, los individuos, cada una de
las cuales persigue sus propios objetivos.
En las elecciones no es el pueblo quien se expresa, pues no sabemos que
puede ser eso que así nombramos; el resultado de las mismas no es sino la suma de los votos de cada uno de
ciudadanos individuales que hayan ejercido su derecho de sufragio. De este
modo, mayoría no es sinónimo de voluntad
general, y no puede afirmarse aquello de que los votantes quisieron pactos cuando
la mayoría es exigua, pues lo que
deseaba cada uno era la victoria aplastante de la opción por él elegida. Lo traigo a colación en vísperas de procesos
electorales varios para evitar el manejo de conceptos oscuros, antesala de
peligrosas tentaciones políticas.
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