El
corporativismo se define como un procedimiento económico y político en el que el poder de
decisión se encuentra en a las organizaciones y no en las personas. Aunque se
suele concretar su origen en relación con el fascismo italiano, es un
componente ideológico del pensamiento autoritario y/o totalitario que emergió en el período de
entreguerras frente al bolchevismo, oponiendo a la lucha de clases la
colaboración entre las mismas bajo la impronta del Estado.
No obstante, el concepto se puede ampliar a todos aquellos movimientos
que anteponen el grupo, la clase o el partido a los individuos. Según ello, el corporativismo es una noción
muy extendida que forma parte, en mayor o menor medida, de ideologías y
tendencias diversas. Pero, sobre todo,
se relaciona con el nacionalismo. La
Nación está por encima de las clases y las obliga a colaborar a través del
Estado. Se parte de la existencia de una
entidad inmutable y superior a los individuos que la componen. Por ello, todo nacionalismo deviene
totalitario, aunque no se debe confundir el nacionalismo (que, en última
instancia, considera la Nación propia superior a cualquier otra) con el
patriotismo (sentimiento de pertenencia a nuestra Nación).
No hay comentarios:
Publicar un comentario